El presidente de la Federación de Áridos (FdA), Sebastií Alegre, su director general, César Luaces, y el gerente del Gremi d´àrids de Catalunya, Jaume Puig, se han reunido recientemente con el secretario de Estado de Planificación e Infraestructuras, Víctor Morlán, para trasladarle su inquietud por la «dramática situación» que vive el sector. (En la imagen, de izquierda a derecha, el presidente de la Federación de Áridos, Sebastií Alegre, el secretario de estado de Planificación e Infraestructuras, Víctor Morlán, y el director general de la FdA, César Luaces, en la sede del Ministerio de Fomento).
Asimismo, se le instó a buscar soluciones que permitan «respirar» a las 700 empresas y 1.100 centros de extracción y tratamiento de áridos que representan en todo el Estado.
La elevada morosidad pública, con plazos de pago que superan los 200 días, ha sido uno de los principales temas sobre la mesa. Para reducir esta losa, que acaban arrastrando las empresas proveedoras, la FdA propone que el Estado se dote de un fondo de autoliquidez -tal y como prevé la reforma de la Ley de Morosidad- y que establezca un plan de avales compartidos entre los licitadores (la Administración central, las autonómicas y, sobre todo, las corporaciones municipales), los contratistas y los suministradores de material para la construcción. Estos mecanismos deben permitir cumplir los plazos de pago que estipula la Ley de Morosidad para el sector público: 120 días durante el 2011 y, sucesivamente, hasta alcanzar los 60 días. El objetivo es prevenir las situaciones de impago en cadena que se generan durante la construcción y ejecución de infraestructuras, que están provocando inasumibles tensiones de tesorería a las empresas del sector.
MANTENER INFRAESTRUCTURAS, SIGUIENDO EL MODELO ALEMÁN
En la reunión en el Ministerio de Fomento también se abordaron algunas de las otras grandes problemáticas que afronta el sector, como son el paro -generalizado en todo el Estado- de los proyectos de obra civil y la competencia desleal en que incurren algunas UTE al utilizar materiales de baja calidad y extraídos sin control para abaratar las obras.
La FdA ha urgido a Fomento a que inicie los planes de infraestructuras ya aprobados y a que incremente la licitación de obra civil como una medida anticíclica ante la actual coyuntura. Una de les medidas propuestas, pasa por dinamizar el sector de la construcción por la vía del mantenimiento de infraestructuras, tal y como se hace en Alemania y en otros países del norte de Europa. El modelo germánico apuesta por una inversión más equilibrada entre las obres de nueva construcción (carreteras, ferrocarril y ampliaciones de puertos ya previstas) y el mantenimiento de la red actual. Esto permitiría fijar un volumen regular de demanda de materias primas, sin que esta estuviera sujeta a los nuevos proyectos previstos para cada año. Gracias a este modelo, las empresas del sector del norte de Europa viven una situación de estabilización de la demanda que garantiza su futuro industrial.
LA CAÍDA DE LA ACTIVIDAD ROZA EL 60%
El sector de los áridos es el principal suministrador de materias primas para la construcción de infraestructuras. El 94% de los materiales para construir carreteras son áridos, igual que el 95% de los aglomerados asfálticos y el 80% de los prefabricados de hormigón. A su vez, los áridos también se utilizan para fabricar mortero, hormigón y cemento, y como balasto para las vías de tren. Estos materiales se emplean mayormente en las etapas iniciales de las obras, de modo que la evolución del consumo de áridos es un buen indicador avanzado para medir la eficacia de los planes de infraestructuras.
Desde el 2006, el sector acumula una caída del 59,2% en su actividad, y se espera un descenso adicional del 15% para 2011 si no se reconduce la situación. Las canteras de todo el Estado han pasado de producir 485 millones de toneladas de áridos a sólo 198 millones de toneladas en 2010, y su volumen de negocio se ha reducido un 68%. Una dinámica que ya ha destruido 6.000 puestos de trabajo directos y otros 20.000 indirectos. Actualmente, el consumo de áridos en España se sitúa en poco más de 4 toneladas por habitante y año, muy por debajo de la media de la OCDE, que oscila entre las 6 y las 10 toneladas por habitante y año.
ACOTAR LAS MALAS PRÁCTICAS DE LAS GRANDES CONSTRUCTORAS
La FdA planteó abiertamente al Ministerio la urgencia de poner fin a las malas prácticas de las grandes empresas adjudicatarias de obra pública que, con la voluntad de ahorrar en costes ambientales y de calidad, tienen por costumbre ejecutar inadecuadamente préstamos de materiales (mordiscos en terrenos y en montañas adyacentes) para autoabastecer sus obras. Esta situación genera una grave competencia desleal para las empresas del sector, ya sean de áridos como de materiales derivados, pues el ahorro de costes en calidad y en control ambiental de las constructoras es notable. En este sentido, hay una especial incidencia en el incumplimiento de la normativa de marcado CE de seguridad de los materiales de construcción. El secretario de estado Víctor Morlán confirmó que el Ministerio tiene conocimiento de estos hechos, que se han recibido denuncias de casos en diversas provincias y que Fomento es consciente de los problemas de mantenimiento posterior que esta práctica provoca en las infraestructuras (por la mala calidad de los materiales utilizados), y aseguró que se están estudiando medidas para remediarla.